Primer día: Desembarcas directamente en el Puerto de San Sebastián de La Gomera (la capital), así que es una oportunidad estupenda para descubrir algunos rincones emblemáticos, no sin antes acercarte a la Oficina de Turismo. La Torre del Conde, edificio del siglo XV es un buen comienzo, ya de ahí podrás callejear por el casco histórico y recorrer algunos puntos de la «ruta colombina», tales como La Casa Colón y la Iglesia Nª Sra de la Asunción. Quizá pienses en alojarte en la capital, pero en esta escapada hemos decidido alojarnos en Agulo, que está a media hora.
«El bombón de La Gomera», como es conocido el municipio de Agulo, tiene unos de los cascos históricos mejor conservados, además del popular Mirador de Abrante y el completo Centro de Visitantes del Parque Nacional de Garajonay. Un bosque que ocupa el 10 % de superficie de la Isla y que desde 1986 es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco.
Segundo día: Te recomendamos iniciar tu visita en el Centro de Visitantes “Juego de Bolas” del Parque, allí descubrirás la geografía de la isla, los secretos de los mágicos bosques de laurisilva, así como ser asesorado para realizar el sendero más adecuado a tu tiempo y preparación. Además, muy cerca de allí, se encuentra el mencionado Mirador de Abrante, dentro de un restaurante, que regala unas impresionantes vistas del Teide y del municipio de Agulo, conocido como el “Bombón de La Gomera”.
Tras un día descubriendo la deslumbrante belleza de Garajonay, toca regresar al alojamiento haciendo antes una parada en Hermigua para cenar en uno de sus célebres restaurantes. El almogrote y la miel de palma, no te los puedes perder, la explosión de sabores está garantizada.
Tercer día: Valle Gran Rey con sus idílicas playas de arena negra será el plan para un tercer día en la Isla, el recorrido desde Agulo ofrece paradas como la de Vallehermoso y su conocido Roque Cano, que se alza imponente con sus 200 metros de altura, un auténtico hito paisajístico digno de ver (y fotografiar). Durante el camino te encontrarás numerosos miradores para sorprenderte con la orografía isleña hasta acabar en Valle Gran Rey. Este municipio te espera invitándote a un baño de sol y sumergirte en las purísimas aguas. Si te gusta observar animales en libertad, no te puedes perder una excursión de avistamiento de cetáceos, tienes que verlos jugar alrededor de la embarcación y disfrutar de otra perspectiva de la isla. Una visita opcional podría ser Los Órganos, monumento natural que se puede ver desde las embarcaciones que parten desde el Puerto de Vueltas. Y no nos podemos olvidar de recomendarte ver un atardecer en esta parte de la isla, que para muchos es uno de los mejores de Europa, un imprescindible en tu escapada.
Tres días de pura naturaleza y relax terminan donde comenzaron. Seguramente te quedarás con ganas de más, la isla tiene tanto que ofrecer que tres días no bastan, pero una escapada siempre te recargará, y por supuesto, siempre podrás volver porque estamos muy cerca de ti.