TURISMO FAMILIAR

Hotel Torre del Conde

10 agosto 2018

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Turismo Familiar

Mimada por sus pobladores, mimada por los visitantes, mimada por el clima privilegiado propio de las islas Canarias, mimada por los vientos alisios…
Visitar La Gomera con la familia nos permite sentir ese mimo característico que envuelve lo que se quiere de verdad.

Los pequeños y no tan pequeños de la casa inmediatamente pasan a ser protagonistas de los cuentos más divertidos y misteriosos que se puedan imaginar. Es que La Gomera tiene ese encanto aún conservado de la tierra sana, los paisajes intactos, el aire limpio, los perfumes intensos del mar y del bosque, todo aquello que nos permite sentirnos mimados en un entorno inigualable.

Nuestra propuesta

Nuestra propuesta, un íntimo contacto con la naturaleza empezando por el Parque Nacional de Garajonay. Hay infinidad de senderos para caminar con los niños y que tienen diferentes grados de dificultad. Desde los más pequeños hasta los más intrépidos, todos tienen su ruta especialmente preparada. Contarles la historia de Gara y Jonay antes de visitar el Parque ya los empieza a preparar para disfrutarlo plenamente. En cuanto se empiezan a ver los primeros árboles (si tienen la suerte de ver el mar de nubes lo entienden aún más), se les explica la singularidad que tiene ser un bosque esponja. Las nubes cargadas de agua que traen los vientos alisios dejan sus pequeñas gotitas en el bosque cuando lo atraviesan, un fenómeno conocido como la lluvia horizontal. Esta humedad permanente hace que el bosque se convierta en el escenario ideal para protagonizar cualquier aventura, los musgos y líquenes colgados de los árboles, el verde intenso de los helechos o la alfombra de hojas multicolor tapizando los senderos acompañan a los caminantes en todo momento. Imaginar que ese mismo bosque es una muestra de los que existían en la época de la era Terciaria, millones de años atrás, les hace verlo y apreciarlo aún más, tener ese privilegio en este agitado mundo actual hace que la experiencia quede grabada en la memoria.

El Parque también encierra historia de gigantes, los Roques que emergieron de las profundidades de la tierra con sus imponentes verticalidades se perfilan como escenario para los cuentos más ricos en la imaginación de los niños. En el corazón del Parque hay miradores para observarlos en su magnitud, como el mirador de los Roques, o si se visita Vallehermoso se puede conocer el Roque Cano. Todos ellos son una buena muestra para explicar el origen volcánico de la isla alimentando la imaginación de los niños con las historias de estos antiquísimos gigantes.
Y siguiendo con nuestra propuesta, nos vamos al agua, las playas de La Gomera son ideales para unas vacaciones con niños, lejos de las aglomeraciones, con charcos y playas tranquilas para todos los gustos. Algunas de ellas también con historias para enseñarles a los niños, desde el Charco del Conde y Charco de la Condesa en Valle Gran Rey o como el de las playas de San Sebastián de La Gomera asociada a la historia de Cristóbal Colón. Y nos detenemos en el Charco del Conde, un sitio declarado de interés científico por su enorme biodiversidad, con sólo unas gafas y un tubo, se puede apreciar la cantidad de vida que contiene, detrás de una piedra, en la arena o nadando tranquilamente. Todas las especies que conviven en ese espacio al alcance de la mirada del visitante curioso.
La Gomera mima, porque es una isla mimada, porque se quiere desde el primer momento en que se la conoce y porque se pueden vivir aventuras que conectan a los pequeños y grandes con la naturaleza intacta que la caracteriza.

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